miércoles, 1 de febrero de 2023

Second chance vow (Second chance 2)



Desde el momento en que la vi, Kinley fue mía.
A los quince años estaba decidido a hacer que sucediera, pero estuvimos yendo y viniendo durante años hasta que lo conseguí y finalmente la convertí en mi esposa. Se suponía que íbamos a estar juntos para siempre.
Tan enamorados.
Tan devotos.
Tan consumidos el uno con el otro.
Pero en algún lugar del camino perdimos de vista ese amor.
Diez años después, ese amor se convirtió en ira. Esa devoción comenzó a desmoronarse y nos consumía el resentimiento de que la vida no saliera como la habíamos planeado.
Lo habíamos dicho en serio cuando prometimos para el bien o para el mal...
Entonces, ¿por qué diablos estábamos firmando los papeles del divorcio?

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